domingo, 29 de mayo de 2011

RECITAL DE LA TERTULIA SIN NOMBRE

Los integrantes de la Tertulia literaria y cultural onubense "Tertulia Sin Nombre" estamos preparando un recital con algunos de nuestros escritos. Estará acompañado por instrumentos musicales tocados por nosotros mismos.

Será a partir de las 21:30 en el bar 1900 cerca de la Plaza Niña.

Guitarras audaces, buenos escritos recitados con música, una selección de gente y como no, una cervecita. Venid pa pasar un buen rato con nosotros


Recitarán y tocarán :

Daniel Salguero Díaz

Enrique Zumalabe

Rocío Bueno (percusiones)

Sergio Bueno (a la guitarra)

Jesús Carrascal Guerrero (a la guitarra y percusiones)

viernes, 20 de mayo de 2011

...4 semanas que no voy a la tertulia... empiezo a tener mono, anda partida de descastaos esta semana no os olvideis del "Tema de la semana"...

lunes, 2 de mayo de 2011

Poema imprevisto

Este poema me asaltó hace unas dos semanas mientras andaba por el puente camino al colegio. No es uno de esos textos que uno quiere escribir y anda pensando cómo abordarlos. Simplemente, estaba escuchando Empty room de Arcade Fire y, repentinamente, se me ocurrieron unos versillos que apenas he vuelto a corregir. No sé si son buenos o malos, no sé si me sirven para el conjunto de poemas que intento escribir. Por no saber, no sé por qué he escrito en presente algo que sucedió en un pasado cercano y que estuvo muy limitado a unos tres o cuatro días. En el fondo, no me convencen demasiado. Ahí van:

Puede sonar a tópico
pero hace varios días
que estoy buscando un cuerpo
idéntico al que habito
en una habitación
forrada de vacío.

domingo, 1 de mayo de 2011

Starting

Lei este poema, hace dos semanas en la tertulia. Os gustó, pero necesitaba mucho más de mí. Creo que se lo he dado. Opinad vosotros mismos.


Me imaginaste mientras dormía,
me violaste sin saberlo.
Mordiste mis errores,
besaste la tierra de mis pasos en falso
y los tatuaste uno a uno.
Recordaste el camino tortuoso
y esa manía mía
de nunca caer del todo,
ese cansancio tenso
del equilibrista.


Un día
dejaste caer una moneda
y el roto de mi pecho
se la tragó.


Bebiste cada una
de mis indigestiones,
me cambiaste de sitio
el hígado,
me viste volver huyendo
de un monstruo tan feo

                                         (que tú)


Supiste,
antes que yo,
que el trasiego de sábanas
te traerían mi desgracia
para vestirla de destino y fortuna
de necesidad
                        y final feliz.

Te imaginé,
prestidigitador,
sosteniéndome en el aire
para obviar los golpes del tiempo,
cosiendo mis guantes al abrigo,
untándote papel de burbuja
por todo lo que pude ser.


Y tiraste del hilo
y sacaste el cobre
lleno de sangre,
                              de vísceras,
de la mitad de mí
                               que no eras tú
y lo guardaste en el mismo armario
del que sacabas los regalos.